miércoles, 15 de junio de 2011

Galápagos abril 2011 el jigging en su mayor esplendor - Por Mariano de la Rua AQUAFISH

Este era mi tercer viaje al archipiélago y solo hacia una semana que había regresado de este paraíso con un grupo de 14 pescadores. En esta oportunidad el Tour lo había contratado un grupo de cuatro pescadores, Emiliano, Aldo, Adrián y el Nono, un grupo realmente fenómeno, no solo como pescadores si no como personas. En el mes de septiembre habíamos viajado junto a ellos a Venezuela, en donde habíamos tenido una pesca excelente de marlines en La Guaira y tarpón en Los Roques.
A diferencia de otros tours en los que los días de pesca son cuatro, ellos me habían pedido un día extra, por lo tanto realizaríamos 5 días en total. El haber estado una semana antes en las islas me dio un panorama mas que claro de las posibilidades de pesca que podíamos aprovechar, y esto nos fue muy útil para decidir que debíamos hacer. Los constantes cambios climatológicos y el tsunami que nos toco vivir la semana anterior generaron cambios bruscos en la alimentación de los picudos o marlin, por lo tanto decidimos dedicarnos mas tiempo a la pesca innshore de atunes aleta amarilla, amberjack, pargos, raibow runners, wahoos, y un sin fin de especies que solo se pueden capturar en este archipiélago. Como fanático del deep jigging lleve una gran cantidad de equipos para esta modalidad, y para el spinning con poppers.




El primer día lo dedique íntegramente a explicarles esta modalidad a los cuatro integrantes del tour, y por suerte como casi todos ellos son muy buenos pescadores le tomaron la mano inmediatamente cosa que no me pasa por lo general con todos los grupos. Nuestro primer día estaba planificado para visitar un lugar emblemático de la Isla de San Cristóbal, El León Dormido, para hacer snorkeling con tiburones martillos, pero al llegar al lugar, nos encontramos con que en superficie había un cardumen de atunes aleta amarilla comiendo vorazmente. Esta situación genero que el grupo decidiera desistir del buceo con tiburones y dedicarle esa tarde a la pesca de esta especie. Como la pesca en León Dormido esta prohibida, el capitán nos llevo a otro lugar con la certeza de que estos torpedos acuáticos también estuvieran activos, y por suerte no se equivoco.
Ni bien llegamos y lanzamos los jigs al agua las respuestas fueron inmediatas, capturando varios de estos misiles de portes entre los 8 y 15 kg. Todos quedaron atónitos por la potencia de esta especie, y sobre todo utilizando equipos sumamente livianos como son las canas Trevala TC4 de Shimano y los reeles Stella, Stradic y Saragoza de esta misma marca. Nuestro primer día de pesca resulto mas que satisfactorio, mas aun si tenemos en cuenta que no estaba planificado para nada.
Los cinco días siguientes los dividimos de la siguiente manera, dos de pesca offshore para los marlines y tres de pesca innshore para todas las especies anteriormente mencionadas. De esta manera el primer día lo dedicamos íntegramente a la pesca de atunes que era la especie que más predominaba en esta época del ano y que más nos atraía a todos. Al principio nos costo dar con ellos, ya que como todo pez cazador anda de un lado para el otro buscando alimento, así que lo que el día anterior podía haber sido excelente no nos aseguraba nada para este día.




Obviamente que como en este destino la cantidad y variedad de especies es muy grande, mientras buscábamos a los atunes, haciendo trolling capturábamos a muchas otras especies como trevalys, bonitos, wahoos, pargos cola amarilla, amberjack, viejas de mar, etc, por lo tanto la pesca era mas que entretenida. A última hora logramos localizar al atún, y en solo una hora capturamos a más de 15 de ellos de portes de hasta 20 kg. La jornada de pesca del próximo día estaría totalmente dedicada a la pesca de marlines, y como la corriente por la que ellos se mueven se encontraba a casi 70 millas de las islas el horario de salida estaba pactado para las 5 AM a diferencia de los demás días que se sale a las 7 AM para la pesca innshore. Demoramos en llegar a la zona de pesca casi tres horas, realmente lejos, pero el esfuerzo de tanta navegación valía la pena para probar suerte con esta especie. Ni bien llegamos a solo 10 minutos de tirar las 6 canas de trolling, tuvimos el primer pique del día, algo mas que prometedor para el resto de la jornada.
Es importante destacar que en Galápagos la pesca de los picudos se realiza mayoritariamente con luhrs en lugar de carnada como los ballyhoo, esto es mucho más deportivo pero al mismo tiempo la cantidad de piques que se pierden es mucho más grande. En total ese día tuvimos 9 salidas y solo pudimos llevar a la borda y liberar a uno de ellos, lo que marca la diferencia que hay en las clavadas de esta especie con carnada natural. El motivo por el cual ellos pescan de esta manera es muy sencillo, las posibilidades de que un marlin se muera pescando con luhrs es minima, y como el cuidado que hay en las islas con esta especie es muy grande prefieren perder piques a correr el riesgo de que alguno de ellos muera utilizando carnada natural. Como la navegación para la pesca de los marlines en estos días estaba bastante alejada, el día siguiente lo dedicaríamos nuevamente a la pesca innshore, eso nos daba la posibilidad de tener un par de horas mas para descansar a la mañana ya que podríamos salir a partir de la 7 AM en lugar de las 5 AM.
Navegamos unas 26 millas que nos demandaron alrededor de una hora y quince minutos, hasta unos bajos en donde hay gran cantidad de especies de fondo y pelágicas. Como siempre para tantear el lugar comenzamos haciendo trolling que si bien no es la modalidad que mas preferíamos, esta nos iba a dar un panorama de lo que podíamos encontrar en la zona. Tuvimos un par de violentos piques de wahoos, que demostraron porque son uno de los peces mas veloces del océano,que logramos sacar, Y mas tarde algunos atunes albacoras. luego decidimos dejar el trolling para ir a hacer jigging en el bajo.
En esta modalidad y realizando pirking , golpear el jig contra las piedras del fondo, obtuvimos un sin fin de especies algunas de ellas totalmente desconocidas por nosotros, muchas endémicas de las islas Galápagos. Fue un día pleno de pesca, ya que habíamos logrado capturar una cantidad muy grande de peces que desconocíamos, y en la modalidad que más nos atrapaba. De comun acuerdo el día siguiente seria exclusivamente para la pesca de marlines, ya que el grupo había decidido darle otra oportunidad a esta especie.
Religiosamente después de desayunar muy temprano, a las 5 AM estábamos abordando el barco para emprender las casi 70 millas de navegación que nos separaban de estos colosos del mar. Esta pesca es exclusivamente a trolling, así que ni bien llegamos a la zona comenzamos a largar las 6 líneas que teníamos preparadas para la acción. Luego de alrededor de una hora tuvimos la primera salida de un marlin rayado muy cerca del barco, y este lo primero que hizo fue tomar un teaser que no lleva anzuelo, ya que solo se utiliza para atraerlos. Fue tan rápido que no dio tiempo a los marineros a poder recoger el teaser y acercarle un lurhs lo que hizo que se perdiera. Media hora mas tarde tuvimos el segundo pique y este si fue bien clavado por uno de los marineros, el turno le correspondía al Nono, que nunca había capturado un marlin hasta ese día. El poder acercar a este marlin le llevo más de 45 minutos, agotando al máximo sus fuerzas, y una vez que lo teníamos a solo dos metros del barco, con un cabezazo violento logro zafar del anzuelo y quedo libre.



Desde ya que la alegría fue inmensa, ya que técnicamente lo había pescado, solo falto llevarlo a la borda para las fotos de rigor. Ese mismo día tuvimos 5 piques más de marlin rayados, pero todos lograron desprenderse de los anzuelos, así que a las 3 PM emprendimos el regreso a Puerto Baquerizo. Nuestro ultimo día de pesca en San Cristóbal lo íbamos a dedicar exclusivamente para la pesca del atún aleta amarilla, uno de los peces mas veloces del océano y las modalidades que utilizaríamos serian el deep jigging y el spinning con poppers. Ese día en lugar de salir con el barco para la zona de León Dormido como lo habíamos hecho las veces anteriores, el capitán decidió salir para el otro lado de la isla en busca de nuevos bajos que no conocíamos , y si los resultados no eran buenos terminaríamos dando al final del día toda la vuelta a San Cristóbal.
Efectivamente en los primeros sitios que visitamos no dimos con los atunes, si con otras especies, pero el objetivo era y seguimos navegando, hasta que alrededor de la 1 PM llegamos a un lugar en donde los vimos comiendo en superficie. En el primer intento logramos clavar dos de los grandes de 20 a 30 kg, y esto seria un indicio de lo que mas tarde se convertiría en una de la mejor pesca con jigs que he realizado en mi vida. En total esa tarde logramos capturar mas de 25 monstruos, todos por encima de los 20 kg, y los más grandes casi llegaron a los 40 kg.
Es difícil explicar en palabras lo que es realizar una pesca de atunes aleta amarilla con equipos de jigs ultra livianos, creo que hay que vivir este momento para saber exactamente lo que significa. Por suerte este grupo supo interpretar muy bien lo que es la pesca en el exterior, ya que si uno se ata solo a la pesca de los marlines, y no sabe aprovechar las posibilidades que da un lugar como Galápagos para la pesca innshore de muchas de las especies que viven ahí, podemos llegar a tener un tour sin el éxito esperado, dado que no siempre los grandes están dispuestos a comer, entonces encasillarnos en esa especie puede frustrar hasta al mejor pescador.
Como conclusión final de este viaje lo que sacamos en claro es que destinos como este son extremadamente apasionantes para pescadores con ambiciones mas grandes de la media, ya que aprovechando todas las modalidades de pesca podemos gozar de una infinidad de especies que solo podemos encontrar en este paradisiaco archipiélago.


Mariano de la Rua - AquaFish


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